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Crónica de un día inolvidable para Franco Colapinto: Desde chico soñé con poder subirme a un Fórmula 1

Un día, después de más de 20 años, un argentino volvió a subirse a un Fórmula 1 en una sesión oficial. Y ese argentino fue Franco Colapinto, gran promesa del automovilismo nacional, que vivió un martes histórico en Abu Dhabi. El pilarense, que a principios de año se sumó a la Academia de Pilotos de Williams, cumplió un sueño al sentarse al volante del FW45 de la escudería británica, aceleró en el circuito de Yas Marina, en el marco de los ensayos de novatos en la postemporada y completó más de 300 kilómetros, por lo que consiguió la Superlicencia que lo habilita a correr en la categoría reina.

«Fue único. Un momento inolvidable. No tengo palabras para explicar lo que fue subirme por primera vez a un Fórmula 1. Es algo con lo que venía soñando desde muy chico. Así que es una felicidad terrible», comentó en charla con SportsCenter en el cierre de una jornada que le quedará grabada para siempre y que lo dejó un poco más cerca de hacer realidad ese deseo de ganarse un lugar en la parrilla del Gran Circo.

Tras debutar el fin de semana pasado en la Fórmula 2, en la que correrá en 2024 con un coche del MP Motorsport, Colapinto no podía contener la ansiedad para probar un monoplaza de la categoría más importante del automovilismo mundial.

«Falta poquito», escribió en Instagram a media hora del comienzo de la sesión de la mañana, junto a una foto del Williams #46 adornado con la bandera celeste y blanca y su nombre. «Qué ganas, loco. ¡Me muero!», dijo camino al box, minutos antes de ponerse el caso y sentarse en el habitáculo del coche.

Como para alimentar sus ansias, tuvo que esperar más de lo que pautado para salir a la pista. Es que el arranque de los entrenamientos se retrasó 30 minutos porque el helicóptero médico no estaba preparado. Aguardó paciente en el coche y finalmente le dieron luz verde para acelerar por primera vez.

Salió Colapinto a la pista y dejó la ansiedad y los nervios en el box. Vuelta a vuelta, fue demostrando por qué Williams apostó por él y por qué los fanáticos argentinos del automovilismo están ilusionados con su futuro.

En una primera sesión en la que también vieron acción nombres importantes de la F1, como Carlos Sainz, Sergio Pérez y George Russell, se lo vio concentrado y tranquilo. En una de las paradas que realizó, la más larga por una bandera roja que apareció cuando ya había completado 13 giros, se bajó del auto y estuvo conversando con los ingenieros, absorbiendo todo lo que escuchaba y veía.

Aunque Williams no le exigió un tiempo determinado, fue mejorando en cada salida y ganando confianza, sin cometer errores. En el primer giro a toda velocidad marcó 1m28s475 y luego llegó a estar octavo en la clasificación con 1m26s832, su mejor registro, cuando ya tenía 42 vueltas. Y tras las primeras cuatro horas de pruebas, finalizó con 65 vueltas y casi 350 kilómetros recorridos, como el décimo más rápido de una sesión que se llevó Sainz con 1m24s799, y con la Superlicencia en el bolsillo.

Para poner en contexto el gran trabajo que hizo en su primer contacto con un F1, Franco consiguió incluso mejores tiempos que algunos integrantes de la parrilla de la categoría reina. El francés Esteban Ocon (Alpine) fue 12° con 1m26s958; el australiano Daniel Ricciardo (Alpha Tauri), 13° con 1m26s965; y el tailandés Alex Albon, piloto titular de Williams, quedó 18° con 1m28s747.

Deslumbrado quedó Colapinto con la experiencia de haber manejado uno de los autos más rápidos del mundo motor. Fue evidente cuando se bajó del coche y su primera reacción fue un «¡Guau!» que se hizo eco en el box de Williams.

«Cuando salí de boxes la primera vez, me dijeron que tenía que ir a fondo unos cuantos segundos por vuelta por el motor, para cargar energía y demás. Y cuando aceleré a fondo me tiró la cabeza para atrás. ¿Viste esos videos de los aviones de piruetas? Así era. Me tiraba la cabeza para atrás y para adelante. El cuerpo se va acostumbrando, pero hasta que te acostumbrás, está ese shock que sentís al principio», contó.

«Es una locura la diferencia entre un F3, un F2 y un F1. La diferencia de velocidad mínima y la potencia que tiene la frenada. Acostumbrarte a todo eso es un poco complicado. Pero me adapté muy rápido, la verdad. En la primera salida había hecho tiempos bastante buenos y después fui mejorando durante el día», continuó.

Franco Colapinto en Abu Dhabi, donde probó el Williams de la F1. Foto@jamesg_photoFranco Colapinto en Abu Dhabi, donde probó el Williams de la F1. Foto@jamesg_photoNo podía esconder la felicidad Colapinto tras completar su jornada. Al bonaerense no se le borraba la sonrisa del rostro. Y con razón: aprobó con muy buena nota una prueba de fuego que podría abrirle en un futuro la puerta del Olimpo del automovilismo.

«Primer día que me subo a un F1. Sentarte ahí, acelerar, ir por los cambios, frenar por primera vez, la velocidad de curva… Es una locura. Son tantas cosas nuevas y tantas emociones que pasan por un momento como éste. Y tantas cosas que pasa un piloto para llegar a este momento. No muchos tienen la posibilidad de subirse a un F1 en un test oficial«, reflexionó.

«Lo disfruté un montón. Cada vuelta, cada curva que hacía. Tuve un día muy bueno, muy positivo. Hicimos todo lo que teníamos que hacer. Fuimos por todos los procedimientos, todas las cosas que tenía que hacer y aprender. El objetivo principal era hacer los 300 kilómetros y los hicimos. Así que terminé muy contento», agregó el argentino.

Y cerró: «A fines del año pasado no me esperaba estar hoy acá, viviendo esto. Corriendo la F2 el fin de semana, teniendo esta posibilidad en Williams… Pasaron tantas cosas en tan poco tiempo que fue todo un shock. Y cuando me bajé del coche me quedé tratando de pensar lo que había pasado. Porque subirte a un auto como estos, los más rápidos del mundo, es algo que no pasa todos los días. Lo disfruté como la primera vez, porque hay una sola primera vez. Pero también lo disfruté como si hubiera sido la última, porque no sabés si esto va a pasar de vuelta. Ojalá que sí».

El fin de una espera de más de dos décadas

Esas 65 vueltas que recorrió Franco Colapinto a bordo del Williams en Abu Dhabi marcaron un hito en la historia del automovilismo argentino. Es que habían pasado 22 años desde la última vez que un piloto nacional había manejado oficialmente un auto de la categoría reina. Había sido Gastón Mazzacane, quien disputó el Gran Premio de San Marino de 2001 con el equipo Prost y tuvo que abandonar por la rotura la dirección hidráulica de su coche. Para el pilarense, haber llevado la bandera albiceleste otra vez al Gran Circo fue un orgullo.

Franco Colapinto completó 65 vueltas en Yas Marina. Foto: Twitter @williamsracingFranco Colapinto completó 65 vueltas en Yas Marina. Foto: Twitter @williamsracing«Cuando era chiquito, yo quería tener un argentino en la categoría para seguirlo y apoyarlo. Ver ahora que soy yo el que se pudo subir a un F1 después de tantos años es algo muy lindo. Y también ver que tantos argentinos se pusieron contentos por este momento inolvidable e histórico para nuestro país. Estoy agradecido a todos ellos, como estoy agradecido con mi familia y con todos los que me vienen acompañando desde hace tantos años», aseguró.

A lo largo de la historia fueron 22 los argentinos que llegaron a correr un Gran Premio de Fórmula 1. Juan Manuel Fangio fue el único que gritó campeón. Lo hizo en cinco oportunidades (1951, 1954, 1955, 1956 y 1957) con cuatro escuderías: Alfa Romero, Mercedes, Ferrari y Maserati.

El Chueco, presente en el Gran Premio inaugural de 1950 en Silverstone, es el tercer máximo campeón de la categoría, detrás del alemán Michael Schumacher y el británico Lewis Hamilton, que comparten el récord, con siete títulos cada uno.

Franco Colapinto y un emotivo abrazo con su papá, tras probar el Williams de la F1. Foto @WilliamsRacingFranco Colapinto y un emotivo abrazo con su papá, tras probar el Williams de la F1. Foto @WilliamsRacingContemporáneo de Fangio fue José Froilán González, que compitió en la «Máxima» entre 1950 y 1960 con Maserati, Talbot-Lago, Ferrari y Vanwall, consiguió dos victorias y fue subcampeón en 1954.

Otro argentino que brilló en la F1 fue Carlos Reutemann, el piloto nacional que más Grandes Premios disputó. El rosarino corrió 146 pruebas y lidera la estadística delante de Fangio, que completó 51, y Froilán, tercero con 26. Mazzacane, en tanto, está cuarto con 21.

Lole consiguió 12 victorias y 45 podios y finalizó segundo en el campeonato de 1981 con Williams, el mismo equipo que llevó a Colapinto a la F1.

«Williams tiene una historia y un legado muy grande en la F1. Estar en este equipo y en este hermoso ambiente es bastante importante y me va a abrir muchas puertas. Me está yendo muy bien. Y estar teniendo estas posibilidades es algo único», comentó el bonaerense.

Hubo otros nombres importantes del automovilismo nacional que llegaron también al Gran Circo, como Oscar Gálvez, Carlos Menditeguy, Ricardo Zunino, Norberto Fontana y Esteban Tuero. Algunos tuvieron más recorridos que otros. Ninguno llegó a sobresalir como lo hicieron Fangio, Reutemann y Froilán.

Tras la salida de Mazzacane luego de la temporada 2001, algunos más coquetearon con la F1. José María López, por ejemplo, probó un Minardi en 2003 y formó parte del programa de desarrollo de Renault en 2006. Y en 2007, Ricardo Risatti se subió a un Toyota. Pero los dos lo hicieron en ensayos privados de esos equipos, no en sesiones oficiales.

Fue Colapinto el encargado de romper esa larga sequía sin argentinos arriba de un coche de la categoría reina. Y el buen trabajo del pilarense ilusiona a los fanáticos albicelestes con ver otra vez un piloto nacional en un GP en un futuro cercano.

Sin descanso

Poco tiempo tendrá Franco Colapinto para disfrutar lo que fue su primera vez arriba de un Fórmula 1. Porque cumplido ese sueño, el bonaerense comenzará a trabajar inmediatamente de cara a la próxima temporada, en la que correrá todo el calendario de la Fórmula 2.

Entre este miércoles y el viernes, tendrá tres días de entrenamientos en Yas Marina con el coche del MP Motorsport que manejará en 2024. Cada jornada de pruebas se dividirá en dos sesiones.

La gran actuación del pilarense en el campeonato 2023 de la Fórmula 3 -sumó dos victorias y cinco podios, y tuvo chances de ser subcampeón hasta la última fecha, aunque terminó cuarto- le permitió ser promovido a la categoría telonera de la F1. Y él no quiere desperdiciar la oportunidad, sobre todo por lo que podría significar para su futuro.

«Ahora, con todo a la Fórmula 2», dijo poco después de bajarse del Williams. «Tengo que estar muy enfocado con el equipo para trabajar en las cosas que costaron el fin de semana (NdR: Tuvo su debut en la última fecha de 2023 en Abu Dhabi y terminó abandonando) y empezar a pensar en la temporada 2024. El año que viene tengo que andar bien en esa categoría y tener buenos resultados, porque eso es lo que me va a traer de vuelta a la Fórmula 1″, sostuvo.

HS

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