Milenaria, misteriosa, mágica, sorprendente, efervescente, verde, sostenible, emprendedora, ambiciosa, próspera, deslumbrante… Una ciudad capaz de despertar emociones y sensaciones de una forma única. En Sevilla todo se vive intensamente y se traslada ese calor a la cultura, al patrimonio y a esta apasionante forma de vida. Un destino que enamora y en el que se pueden hacer multitud de planes.
Conocer la vida de sus barrios
Sevilla se muestra de forma única en cada uno de sus barrios. Callejuelas llenas de historia, rincones encantadores en los que hacer una pausa para disfrutar de las vistas. La ciudad es Santa Cruz, es Triana, y también, es Nervión, Porvenir y Macarena.
Cada uno de estos barrios ofrece planes singulares al visitante, desde recorrerlo en una ruta a pie hasta empaparse de su esencia conociendo sus mercados tradicionales, sus comercios centenarios y su auténtica forma de vida. Es fácil sentirse como un aventurero conociendo cada una de las estampas de esta polifacética ciudad, desde su lado más famoso a su cara más desconocida.
Descubrir el legado de la ciudad
Miles de años forjan su historia de leyendas, conquistas y reinos. Sevilla es una ciudad milenaria, una de las grandes ciudades míticas del mundo. Un ir y venir de civilizaciones y culturas que han ido dejando su legado en ella y conformando su personalidad.
Sin duda, la ciudad de ciudades. Sevilla es lo que se ve y lo que no se ve. Sus monumentos y sus parques y jardines, una ciudad que se abraza al río para abrirse a un paisaje infinito. De la Catedral a Las Setas, del Monasterio de la Cartuja a la Casa de Pilatos, del Antiquarium al Palacio de Dueñas, las calles y plazas de Sevilla son un reguero de cultura, patrimonio, historia y buenas historias. Por eso, cada uno puede a recorrerlas a su ritmo, sin prisa.
Enamorarse de su gastronomía y su ‘slow-life’
Sevilla es apasionada también en el comer. El tapeo es identidad, una forma de sentir y de vivir la gastronomía local. Aquí,’ ir de tapas’ es un estilo de vida: compartir, probar de aquí y de allá, hacer de lo pequeño algo muy grande. Pero también disfrutar de una tranquila comida en la mesa. Dos maneras de entender la gastronomía.
Porque en Sevilla, la vida se disfruta a otro compás. Aquí se comparte a pie de calle, bajo un sol radiante. Una forma de entender la cultura, el deporte, las relaciones personales, que desborda pasión y vitalidad. Sensaciones que se amplifican y que encuentran en la ciudad su máxima expresión. Es posible vivir Sevilla y descubrir su pasión en cada historia, en cada sonrisa y en cada rincón de esta ciudad que late con intensidad.
Un lugar donde el pasado y el presente se entrelazan en un abrazo eterno, donde los susurros de la historia se mezclan con los murmullos de la vida cotidiana. Sevilla es un crisol de emociones, un viaje a través del tiempo que te invita a perderte en sus callejones empedrados y a saborear sus delicias culinarias. En cada rincón de esta ciudad, encontrarás un pedazo de su alma, una historia por contar y una pasión que te envolverá. Sevilla es mucho más que una ciudad, es una experiencia inolvidable que te hará enamorarte de su magia inigualable.