Las reservas acusaron hoy el impacto del pago de un vencimiento de capital por US$ 2.000 millones al Fondo Monetario y el stock bruto de divisas se redujo de US$ 29.877 a US$ 27.575 millones. En realidad, los pagos estaban previstos a lo largo de abril, pero el Ministerio de Economía decidió unificarlos y postergarlos para este martes, una facilidad contemplada por las reglas del Fondo a la que también recurrió la gestión de Alberto Fernández.
El Tesoro también deberá afrontar en las próximas horas la cancelación de US$ 850 millones de intereses con el FMI, un monto que por tratarse de intereses no se podrá unificar a fin de mes. En total, estos dos compromisos equivalen al 90% de los US$ 3.200 millones que acumuló el Banco Central en abril y suman presión sobre unas reservas que, si bien se recuperaron tras la devaluación de diciembre, todavía siguen en terreno negativo en términos netos.
Según los datos que expuso el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, en Washington, las reservas brutas al 19 de abril eran de US$ 29.850 millones. Así, si se descuentan los depósitos en dólares que los bancos tienen que mantener en encajes, el swap con China y otros pasivos como los pagos al Fondo (incluidos los de abril) y la deuda por la emisión del bono para importadores (Bopreal), las reservas netas arrojan un saldo negativo de US$ 4.181 millones.
Los pagos de deuda de esta semana tienen lugar en medio de negociaciones a dos bandas. Por un lado, el equipo de Luis Caputo mantuvo reuniones el fin de semana con los técnicos de la misión del organismo que se encuentra en Buenos Aires. El ministro de Economía dijo el lunes por la noche que está negociando un «nuevo programa» y que podría haber algún «atajo» para levantar el cepo si hubiera fondos frescos, pero descartó que haya financiamiento en el corto plazo.
«Cuando el Fondo negocia un programa es porque la economía se está derrumbando, acá estamos yendo a un nuevo programa, con la recuperación de reservas me imagino que el FMI ve que Bausili (titular del Banco Central) compra US$ 150 millones por día, entonces no tienen incentivo en acelerarlo», dijo Caputo frente a unos 500 empresarios en la Bolsa de Comercio, donde ratificó la continuidad de un tipo de cambio real «apreciado» y descartó un retorno a los mercados.
La misión técnica llegó a Buenos Aires para avanzar en la octava revisión del programa, una evaluación que incluye las metas del primer trimestre -virtualmente aprobadas- y una lista de reformas estructurales, como la Ley Bases aprobada este martes por Diputados. El Fondo también monitorea un nuevo programa monetario y cambiario que debería estar listo en los próximos días, así como los pasos para la eliminación del dólar exportador y la hoja de ruta para salir del cepo, ambos en junio.
Por otra parte, el Gobierno necesita refinanciar US$ 4.900 millones del swap que vencen en junio. La canciller Diana Mondino fue recibida ayer por primera vez por el titular del Banco Popular de China, Pan Gongsheng. Junto a Bausili y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, la enviada y su par dialogaron sobre la relación entre los Bancos Centrales, que se inició con la firma del primer swap en 2009 por Zhou Xixuan y Martín Redrado en la reunión anual del BID en Medellín.
En junio pasado, Argentina renovó por 3 años la línea del swap por un monto equivalente a US$ 18.000 millones. De ese total, el exministro de Economía, Sergio Massa, «activó» en enero del 2023 un primer tramo de US$ 4.900 millones para pagar importaciones chinas y afrontar pagos de deuda con bonistas y el FMI. Ahora, la gestión de Javier Milei debe reponer esos yuanes, por lo que se busca renovar el acuerdo para evitar el pago de esos pasivos.
El swap es uno de los puntos sensibles de la gira que cerró este martes Mondino en Beijing, junto con las exportaciones de carne y los créditos para las obras en las represas patagónicas, que siguen paralizadas. El objetivo es aliviar tensiones después de los fuertes cruces con China por la postura de Milei de «no hacer tratos con comunistas», los rumores de coqueteos de la canciller con Taiwán y la reciente inspección de una base china en Neuquén tras el pedido de Estados Unidos.