Sin duda, la Casa Real Británica está atravesando uno de los momentos más difícil de su historia reciente en términos de salud. En concreto, el cáncer de Kate Middleton está siendo un duro golpe que ha impactado al mundo entero y con el que están lidiando tanto la princesa como el príncipe Guillermo y sus hijos.
En estos últimos meses, la futura reina consorte ha estado luchando contra el cáncer manteniendo un bajo perfil en sus apariciones públicas para centrarse en su lanzamiento. A pesar de todo, su reciente aparición en Wimbledon, donde asistió a la final del torneo de tenis masculino entregando el trofeo a Carlos Alcaraz´, marcó sus segundo acto público del año.
La decisión de Kate y Guillermo
En medio de esta tormenta personal provocada por la enfermedad, Guillermo y Kate han tomado una decisión fundamental para la familia y el matrimonio: dejar su casa y mudarse a Royal Lodge en Windsor Great Park en Berskshire: un lugar histórico catalogado como propiedad de grado II que ha sido objeto de polémica debido a las disputas internas entre el príncipe Andrés y Carlos III.
Según se ha informado, el monarca habría pedido a su hermano que se marchara de la residencia para que los principes puedan vivir allí, una decisión que se considera lógica para la pareja según el historiador Gareth Russell, ya que la mudnaza representa un cambio significativo en su actual residencia en Adelaide Cottage.
Esta nueva ubicación supondría un espacio más adecuado para la familia, especialmente en el contexto de la recuperación de Kate aunque si no se resuelven los conflictos relacionados con Royal Lodge, la familia real podría considerar otras opciones, como la residencia de los duques Eduardo y Sofía de Edimburgo. Sin embargo, la intención de Kate y Guillermo de mudarse a un nuevo hogar subraya su deseo de encontrar un lugar que se ajuste mejor a sus necesidades durante este período desafiante.