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El callejero de Bakú y el peligro de la curva 8, el primer desafío complejo de Franco Colapinto en la Fórmula 1

¿Alcanzan 15 días como piloto de Fórmula 1 y un simulador para sobrevivir a una curva de 7,6 metros de ancho? Franco Colapinto está, luego de su gran debut en Monza, ante el primer gran desafío que le plantea la categoría: por primera vez en su vida correrá en el callejero de Bakú, la casa del Gran Premio de Azerbaiyán de este fin de semana, y pasará un centenar de veces – la mitad más una de ellas (51) en la carrera del domingo- por su exigente Curva del Castillo, cuyo muro externo acumula los toques de decenas de pilotos, entre ellos Sergio Pérez, Nicholas Latifi, Robert Kubica y Charles Leclerc, el más recordado de ellos por repetir en 2019 la frase “Soy un estúpido” tras impactar su Ferrari en la curva 8.

Tras imaginarla mil veces y vivirla de manera virtual otras cientas, el argentino de 21 años la encarará por primera vez el viernes a las 6.30 de Argentina, cuando se ponga en marcha la primera práctica.

Si logra tomarla de manera ideal, lo hará a poco más de 120 km/h y ganará décimas importantes, unas que perderá de encararla con poca velocidad y demasiado respeto. Pero arriesgarse de más será garantía de una grúa en la pista y horas de trabajo de los mecánicos de Williams.

Verstappen en la estrecha pista del callejero de Bakú. REUTERS/Lisi NiesnerVerstappen en la estrecha pista del callejero de Bakú. REUTERS/Lisi Niesner«He puesto mucha preparación en este fin de semana y mi objetivo es avanzar sesión tras sesión para entender el circuito y conocer mejor el auto”, reconoció el joven de Pilar, que el 28 de julio disputó en Bélgica su último gran premio con el equipo MP de la Fórmula 2.

“Mi enfoque este fin de semana es seguir aprendiendo mientras compito en Bakú por primera vez -reforzó-. El circuito es muy diferente al de Monza y enfrentar un circuito urbano en un auto de F1 será un desafío emocionante. Esperamos tener otro fin de semana positivo tanto para mí como para el equipo”.

La escudería británica también apuntó al aprendizaje que vivirá Colapinto a orillas del mar Caspio. James Vowles, jefe de equipo y máximo responsable de que un argentino vuelva a la Fórmula 1 después de 23 años, puntualizó: “Es un circuito desafiante. Para Franco es un circuito en el que nunca corrió, así que es una experiencia de aprendizaje y tendremos que ayudarlo a atravesarla”.

El director deportivo, Sven Smeets, explicó que en un circuito que “debería adaptarse bien al auto y el nuevo paquete” de actualizaciones, Alex Albon “buscará sumar puntos después de un gran fin de semana en Monza”, mientras que “Franco continuará enfocándose en prepararse en las sesiones de entrenamiento para la clasificación del sábado”.

Y su ingeniero de pista, Gaetan Jego, señaló: “Franco no conoce el circuito, como en Monza. Bakú y Singapur serán más desafiantes para él porque tiene que aprender”.

Pero, más allá de su inexperiencia, hay motivos técnicos que justifican los riesgos que representa este primer callejero para Colapinto.

“Soy un estúpido, lo arruiné todo”

Bakú entró a la Fórmula 1 en 2016 como sede del Gran Premio de Europa y al año siguiente se transformó en Gran Premio de Azerbaiyán, donde justamente Williams se subió al podio, con el tercer lugar de Lance Stroll. Desde 2019, el récord de vuelta es de Leclerc, aunque ese dato no es tan recordado como lo que dijo cuando chocó en la Curva del Castillo.

Aquel 30 de marzo de 2019, el monegasco era el favorito de la clasificación tras dominar el día anterior el primer entrenamiento y quedar a 35 milésimas de Sebastian Vettel, su compañero en Ferrari, en el segundo. De hecho, era el líder ese sábado hasta que se estrelló durante la Q2 en la curva 8, en la que antes había impactado Kubica, justamente a bordo de un Williams. “Perdón, chicos, estoy bien”, dijo el polaco.

A diferencia de él, Leclerc se castigó: “Soy un estúpido… Soy un estúpido… Lo arruiné todo”. Más curioso aún es que en 2020, en plena pandemia y mientras corría una simrace, chocó en el mismo lugar: “También virtualmente”, tuiteó esa vez con humor.

Esa curva de 7,6 metros en la calle Aziz Alivey se anunció desde su creación como la más estrecha de la Fórmula 1 y alcanza como parámetro que una promedio en la F1 tiene el doble de ancho. De hecho, los pilotos tienen que dejar el monoplaza de forma diagonal para entrar y evitar los bordes externos y lo hacen a una velocidad siete veces mayor a la que lo haría un automovilista en un coche convencional (16 km/h).

Pero su peligrosidad era aún mayor. En 2017, ante las quejas de varios pilotos, la FIA eliminó los bordillos plásticos y los reemplazó con pintura. “Es muy difícil, muy estrecho y resulta fácil cometer un error ahí”, confesó justo antes Checo Pérez, ganador dos veces en Bakú (2021 y 2023) y dueño de cinco podios en siete visitas.

El mexicano fue uno de los que promovió la medida tras chocar en la primera práctica con el Force India, al igual que Jolyon Palmer con el Renault. Luego también se eliminó el bordillo interior elevado para crear una entrada más plana.

¿Qué puede jugarle a favor a Colapinto? Las largas rectas de un circuito de 20 curvas, que tiene su exigencia técnica máxima en el segundo sector -serpenteante entre medallas medievales del casco antiguo- y cuya mejor zona de sobrepaso es después de la recta principal, donde está la primera de las dos zonas de DRS, justo antes de frenar a 350 km/h para encarar la curva 1 a 90 grados.

Mientras que el sector 1 es el más rápido y el 2 el más técnico y estrecho, en el 3 hay una serie de curvas lentas en las que prima la calidad técnica del piloto.

También es cierto que no todos los incidentes ocurren en la curva 8. En la recta principal un joven Max Verstappen impactó a Daniel Ricciardo cuando era su compañero de equipo en un insólito GP para Red Bull en 2018; mientras que en aquel 2021 de lucha voraz con el neerlandés, Lewis Hamilton siguió de largo cuando quiso meterse a la curva 1.

“Es un circuito que supone un desafío, en el que los pilotos necesitan confianza en el auto para encontrar el ritmo adecuado y quieren empezar a ir rápido ya desde el viernes por la mañana”, anticipó Toto Wolff, el jefe de Mercedes, un equipo que ganó tres de las últimas seis carreras y se entusiasma con luchar por el campeonato de Constructores.

Lo que sigue en el calendario para Colapinto podría ser aún más exigente. Según Vowles, el GP de Singapur, siguiente fecha de la temporada, «será un reto mayor».

En Singapur hay muy poco tiempo de descanso entre las curvas y mucho más sobrecalentamiento (de neumáticos). Es difícil de gestionar. En Bakú no se trata de eso. Bakú tiene rectas largas para tiempo de reflexión y las curvas están bien en el gran esquema de las cosas, pero creo que va a encontrar que cada pista es un reto en el futuro», le dijo al sitio Motorsport.com.

Y puntualizó: «Colapinto es más rápido de lo que la gente cree. Es algo que ya he comentado, pero tienes que verlo por ti mismo. Y seguiría diciendo que (hay) muchas razones para estar animado por cómo va a rendir en Bakú y Singapur y en todos los circuitos restantes, porque una de sus características, una de las cosas en las que es muy fuerte, es trasladar ese mundo teórico al mundo real».

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