Desde el Santuario San Cayetano de Liniers, conocido por ser el punto cero para partir hacia la Basílica de Lujan, entre oraciones y cantos, el Arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, se convirtió en el primer peregrino en comenzar la larga marcha. Esta es su segunda caminata como arzobispo.
A las 7.40, García Cuerva se detuvo para bendecir a «la peregrina», una imagen que simboliza la esperanza y la fe de miles de devotos que caminarán a su lado. Esta imagen, que comenzará su recorrido con los fieles a las 10 de la mañana, se convertirá en un faro espiritual en el trayecto que muchos han recorrido durante generaciones.
«La homilía la llevo en la mochila, me va a acompañar los 60 kilómetros», dice Cuerva al comenzar a hablar con Clarín. «Es una gran emoción poder compartir con nuestro pueblo el peregrinar porque en definitiva lo que nos convoca es la Virgen. La gente, casi naturalmente, sin necesidad de mucha publicidad, sabe que el primer domingo de octubre nos encontramos en la Basílica de Luján. Es un pueblo que camina y que como arzobispo acompaño ese pueblo«, sostiene.
El arzobispo destacó que cada año la convocatoria de fe reúne a más fieles y comentó una secuencia que lo sorprendió: «Me pasó una cosa muy insólita donde una persona que había llegado me preguntó para dónde era. Ya estaba aquí en el Santuario, sabía dónde arrancaba pero no para dónde había que caminar. Me parece tan genial que se sume gente nueva a peregrinar».
García Cuerva con su mochila al hombro antes de empezar la peregrinación desde la iglesia San Cayetano a la Basílica de Luján. Foto: Matias Martin Campaya.Esta 50° Peregrinación Juvenil a Luján se celebra con la reciente cifra que arrojó el INDEC, con 52,9% de pobres en todo el país. García Cuerva no esquiva ese tema antes de la nueva caminata. «Este año el lema es ‘madre, bajo tu mirada construimos la unidad’. Entonces, reflexionamos sobre la necesidad de los argentinos de construir unidad para poder construir un mejor país entre todos».
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Este año el lema es «Madre, bajo tu mirada buscamos la unidad».
«Porque así como el índice de pobreza es terrible, creo que también tenemos que asumir que la responsabilidad es de todos y necesitamos unirnos, no hay otro modo de poder sacar el país adelante», dice.
«La peregrinación es la expresión de lo que queremos como país. Somos todos súper distintos y sin embargo tenemos una sola meta: llegar a la Virgen. Ojalá como pueblo, también reconociéndonos súper distintos, tengamos una sola meta que es sacar al país adelante», cierra.
El arzobispo salió a las 8, con su mochila y con cada paso acelerado, fue marcando el inicio de una jornada de devoción que muchos consideran un verdadero acto de fe. Su llegada a la Basílica de Luján, prevista entre las 21 y las 22 horas, no solo representa un destino físico, sino un encuentro con la espiritualidad que nutre a la comunidad católica.
Bajo el lema “Madre tu mirada buscamos la unidad” miles de peregrinos parten hacia Luján desde santuario San Cayetano. Foto Francisco LoureiroPeregrinos de todas las edades se unen al arzobispo, algunos con pasos firmes y otros un poco más fatigados, pero todos con el mismo propósito: renovar su fe y rendir homenaje a la Virgen de Luján.
Al otro día, a las 7 de la mañana, el monseñor Garcia Cuerva oficiará la misa principal en la Plaza Belgrano, justo en las puertas de la Basílica de Luján.
Una jornada que se vive desde temprano
Cerca de las 6.30, lejos de haber poca gente, el Santuario estaba colmado de personas que entre fotos y risas aguardaban en una extensa fila para persignarse frente la imagen peregrina y luego arrancar hacia la Basílica.
Norberto y Nora llegaron con Juan, su hijo, los tres vienen desde Escobar. Mientras se cambiaban el calzado, ansiosos, no ven la hora de emprender camino. «Venimos siempre. A él (su hijo) lo traemos desde muy chiquito, siempre tenemos los mismos deseos: pan, trabajo y salud. Es muy emotiva la caminata, además de reunir todo lo religioso también es pasar otro momento lindo en familia», dice Nora mientras se ata sus zapatillas.
Unos piden y otro agradecen, como Claudia Fernández (40), que llegó desde Lomas de Zamora para agradecer a la Virgen por cumplir: «Mi hijo estaba muy mal de salud. Ya no sabía que más hacer. Los médicos no lo podían recuperar. Así que le pedí a la virgen con todas mis fuerzas que lo cure y lo curó. Y acá estoy agradeciendo a la santísima».
Zacarias Gómez (54) sufre de una arritmia cardíaca y si bien caminará hasta donde «el cuerpo lo permita» llegó al Santuario para recibir la oración. «Hace mucho que quería venir porque hace algunos meses me detectaron esto en el corazón y me puse muy mal, entonces vine a pedirle ayuda a la virgen», dice a Clarín.
Mientras afuera de la parroquia comienza a tocar la banda militar «ITUZAINGÓ’ del Regimiento de Artillería 1 «Brig. Tomás de IRIARTE» por los 50 años de la peregrinación, Marcos Colombi se detiene a hablar de sus intenciones para emprender la caminata. «Vine con mi colegio porque quería vivir la experiencia de poder caminar. Este año quería pedir por mi sobrino Esteban que sufre de problemas de corazón y cada día es peor para él».
La Imagen Peregrina de la Virgen de Luján —que este año será entregada a la diócesis de Gregorio de Laferrere de manos de la diócesis de San Justo— parte a las 10 y marcha junto a los miles de peregrinos que recorrerán casi 60 kilómetros para llegar al Santuario de Nuestra Señora de Luján.