En la última rueda cambiaria del año, el dólar paralelo mantiene la tendencia alcista que presentó días atrás: en la calle, el blue sigue demandado y sube a $1.225, su mayor valor desde finales de octubre. Mientras que las cotizaciones que operan en la bolsa suben hasta 0,6% y la brecha con el tipo de cambio oficial, que había llegado casi a extinguirse, se acomoda sobre el 12%.
Pese a esta renovada presión cambiaria, hay un dato que persiste: es que el dólar se mantuvo quieto en términos nominales, subió apenas 22% en el año si se toma como ejemplo al contado con liquidación, pero cayó 38% en términos reales, es decir si se descuenta el impacto la de la inflación de los últimos doce meses.
En la City buscan dilucidar si la suba del dólar paralelo de este mes, el MEP recuperó 9,6% respecto de su cierre en noviembre, responde a cuestiones estacionales, o a un cambio de tendencia de fondo.
Solo la semana pasada el Banco Central vendió US$ 800 millones para satisfacer la demanda en el mercado de cambios. El grueso de estas ventas se hizo el jueves pasado, cuando el organismo tuvo que desprenderse de US$ 600 millones. Sin embargo, en la autoridad monetaria reforzaron la idea de que esas ventas se debieron a “cuestiones extraordinarias”.
La presencia del sector importador en el mercado oficial, luego de la finalización del Impuesto País, aparece como una variable a monitorear. “Esta semana será clave ver si el BCRA sigue vendiendo divisas en el mercado oficial y, en tal caso, la magnitud de las ventas. Aquí jugará un papel determinante la evolución de l demanda privada, ya con acceso garantizado para aquellos importadores que esperaron que cesará el pago a cuenta del impuesto PAÍS.”, dijeron en PPI.
“Adicionalmente, será relevante ver si la oferta privada se mantiene en los niveles del viernes o si fue una cuestión puntual, ya que podría ayudar a contener el ritmo de ventas del BCRA. Por último, será clave seguir de cerca el comportamiento de los dólares financieros y los volúmenes operados en GD30 y AL30 t+1 en MEP y CCL, lo que permitirá anticipar si la intervención del BCRA continúa mermando”, añadieron.
En la consultora Outier señalaron que la semana pasada lo que calmó la suba de los tipos de cambio financieros fue la intervención del BCRA. Respecto a lo que se vio en la semana anterior explicaron: “Se notó mucho más pesada la plaza de títulos en pesos, lo que implicaría que hubo un cierre de carry. Esto tiene mucho sentido en el contexto de las compras de importadores que estuvieron parkeados en títulos en pesos para luego pagar las importaciones. Por lo que, si bien puede haber un flujo residual a tipos de cambio financieros, el desarme de posiciones de LECAP parecería estar yendo a la plaza de tipo de cambio oficial más que a los financieros”.
En el frente financieros, los bonos en dólares operan con cierta volatilidad y el riesgo país, que había cerrado el viernes a 627 puntos, retorna a los 640. Con todo, el indicador de la banca JP Morgan cierra el año con una caída de más de 62%.