Lo que prometía ser uno de los desfiles más esperados de la temporada estival en Punta del Este, terminó con más titulares por las tensiones que por la pasarela. Pampita y Wanda Nara, dos de las figuras más populares del espectáculo argentino, se convirtieron en las protagonistas de un inesperado escándalo que mezcló rumores de celos, incumplimientos contractuales y un evento que no salió como los organizadores esperaban.
La primera chispa del conflicto surgió tras las declaraciones del productor uruguayo Fernando Cristino, quien se mostró decepcionado por el desempeño de Pampita en el prestigioso desfile OH La Barra. Según Cristino, la modelo habría recibido 7.500 dólares por su participación, pero no cumplió con las acciones promocionales previamente acordadas.
“Se comprometió a publicar una historia en Instagram, grabar un audio para la publicidad en radios y comunicar su presencia en el evento. Nada de eso ocurrió. Tampoco compartió contenido durante la noche”, aseguró Cristino, en diálogo con medios locales.
El productor fue más allá al relatar un episodio que dejó en evidencia, según él, una falta de profesionalismo por parte de la modelo. “Estaba más pendiente del teléfono que del desfile. La llamamos varias veces para que subiera al escenario, pero no respondió. Luego, se fue antes de que se tomara la foto grupal con todas las celebridades”, explicó con evidente molestia.
¿Wanda Nara, el motivo de la incomodidad?
Si bien el conflicto contractual fue el inicio de la polémica, las miradas pronto se centraron en otro aspecto de la noche: la supuesta tensión entre Pampita y Wanda Nara. Según trascendió en el programa Puro Show, Pampita no habría ocultado su descontento por el protagonismo que acaparó la mediática, quien llegó al evento una hora tarde, pero se robó todas las miradas con su entrada triunfal.
“Cuando Wanda llegó, fue como si todo girara en torno a ella. Pampita, que había estado cumpliendo con los horarios y esperando su momento, se sintió desplazada. No le gustó que los medios estuvieran enfocados exclusivamente en Nara”, comentó el periodista Pampito en su análisis de la situación.
El supuesto malestar de Pampita no se quedó solo en gestos. Fuentes cercanas a la modelo aseguraron que la situación la llevó a tomar una decisión inesperada: cortar toda relación con el proyecto inmobiliario vinculado al desfile. Según versiones, este acuerdo incluía como parte del pago un departamento valuado en 250 mil dólares, lo que deja en claro la magnitud del desencuentro.
“Pampita quedó muy dolida. Aunque subió al escenario con la sonrisa que siempre la caracteriza, ya había decidido no volver a trabajar con los organizadores. Esto fue demasiado para ella”, reveló alguien de su entorno.
VO