29.5 C
Buenos Aires
InicioEspectáculosPor qué la princesa Ana no dio títulos a sus hijos?: la...

Por qué la princesa Ana no dio títulos a sus hijos?: la verdadera historia

La princesa Ana, única hija de la reina Isabel II, es conocida por su carácter independiente y pragmático. A lo largo de los años, la royal demostró ser una figura clave dentro de la familia real británica, pero también alguien que tomó sus propias decisiones sobre su vida: una de las más destacadas fue su determinación de no otorgar títulos reales a sus hijos, Peter Phillips y Zara Tindall.

Cuando la princesa Ana tuvo a sus hijos, en 1977 y 1981 respectivamente, tomó una postura firme respecto a su futuro. Aunque, por protocolo, Peter y Zara podían haber recibido el tratamiento de “Alteza Real” y ser llamados príncipes, la princesa optó por no hacerlo. ¿La razón? Según ella, su decisión estuvo motivada por el deseo de garantizar que tuvieran una infancia más sencilla y una vida menos condicionada por las obligaciones y expectativas reales.

En una entrevista, Ana explicó: “Creo que les será más fácil así, y creo que la mayoría de la gente es de la opinión de que tener títulos tiene sus desventajas. No te das cuenta de eso hasta que sos mayor y tenés hijos”. Estas palabras reflejan su visión moderna de la crianza dentro de una institución tan tradicional como la monarquía británica.

La decisión de la princesa Ana

La determinación de Ana de hacer más sencilla la vida de sus hijos no solo rompió con una costumbre arraigada en la Casa de Windsor, sino que también marcó un precedente histórico. Peter y Zara se convirtieron en los primeros nietos legítimos de un monarca británico, la reina Isabel II, que no ostentan títulos reales.

Esto, sin embargo, no fue una imposición de la reina. Tanto Peter como Zara hubieran podido recibir títulos si su madre lo hubiera solicitado, pero Ana fue contundente en su postura. En lugar de otorgarles un título, permitió que crecieran fuera del foco constante de la atención pública y sin las responsabilidades asociadas a su linaje.

Peter y Zara se han mantenido cerca de la familia real, pero con total autonomía. Peter Phillips desarrolló una carrera en el ámbito empresarial, mientras que Zara Tindall se destacó como jinete profesional y representó a Reino Unido en competencias ecuestres de alto nivel, incluida la obtención de una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Ambos disfrutan de una libertad que difícilmente hubieran tenido si llevaran un título nobiliario. Sus vidas, aunque vinculadas a la realeza, están marcadas por un enfoque más terrenal y menos restrictivo.

VO

MAS NOTICIAS
NOTICIAS RELACIONADAS