Mientras en Córdoba se debate si el uso de la inteligencia artificial en política es ético, en Jesús María elegimos otro camino: utilizar la tecnología para lo que verdaderamente nos importa: formar ciudadanos.
Estamos convencidos de que la tecnología se aprende, no se implementa; que los valores humanos deben proyectarse al entorno digital; y que tenemos la responsabilidad de preparar a nuestra comunidad —especialmente a los más jóvenes— para el mundo que viene (y que, en verdad, ya llegó). Esa es la diferencia entre una ciudad que improvisa y una que planifica.
Nuestro programa municipal Ctrl+Futuro es una política pública de igualdad, de futuro y de derechos. Representa un nuevo lenguaje universal, que enseña a pensar, a resolver, a crear y a convivir con responsabilidad en el mundo digital. Con recursos propios, llevamos la enseñanza de programación a todas las escuelas primarias de nuestra ciudad —sean públicas o privadas— y alcanzamos a más de 3.000 niños.
Somos, hasta hoy, la única ciudad de Argentina que ha tomado esta decisión a semejante escala. No lo hicimos por moda, lo hicimos por convicción. Esto no es un spot, sino una decisión de gobierno. Es política educativa seria, con impacto social real. Porque no gobernamos para agradar a las redes sociales, sino para transformar con visión de largo plazo. Invertimos en lo que recién podrá verse dentro de diez o veinte años, cuando quienes hoy tomamos decisiones seamos apenas una nota al pie en la historia local.
No se trata de computadoras. Se trata de pensamiento. Programar no es simplemente escribir líneas de código. Es aprender a pensar con estructura, a resolver problemas, a trabajar colaborativamente, a equivocarse y volver a intentar. En un país donde muchos de nuestros niños presentan dificultades en matemática y comprensión lógica, enseñar programación es también una estrategia para ordenar el pensamiento, potenciar el aprendizaje y fortalecer la autoestima. Además, programar es abrir una ventana hacia el mundo del trabajo que se redefine cada día.
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Según estudios internacionales, el 80 % de los empleos en 2030 requerirán habilidades tecnológicas, y dos de cada tres niños trabajarán en oficios que hoy ni siquiera existen. Ctrl+Futuro es nuestra manera de prepararlos para ese horizonte. Igualdad digital desde el aula Lo más transformador de esta política no es la tecnología: es la igualdad. En Jesús María, cada niño —sin importar su barrio, su apellido, la escuela a la que asiste o su posición social— accede al mismo contenido, la misma formación y las mismas herramientas. Cerramos brechas, para democratizar el conocimiento digital. Trabajamos con un enfoque integral. No solo enseñamos habilidades técnicas, sino que también formamos en el uso ético y responsable de la tecnología.
Hablamos de ciberacoso, ludopatía infantil, identidad digital y autocuidado. No formamos usuarios. Formamos ciudadanía tecnológica. ¿Por qué ahora? Porque sabemos que lo que no se aprende a tiempo, muchas veces no se aprende nunca. Y porque en un mundo que cambia cada día, quedarse inmóvil también es una forma de retroceder. Nuestra gestión cree en la innovación pública. Cree en políticas que trascienden el corto plazo, que piensan más allá del presente y que priorizan el desarrollo de las personas. Estamos convencidos de que una ciudad moderna no solo debe gestionar lo urgente, sino anticiparse a lo importante. Y eso exige formar ciudadanos preparados para un escenario global que demanda adaptabilidad, pensamiento crítico y liderazgo. Ctrl+Futuro es mucho más que un programa. Es una apuesta de gobierno, una apuesta de comunidad.
Formar ciudadanos competitivos genera ciudades competitivas: con capacidad para atraer talento, inversión y oportunidades. Ciudades con estándares más altos, con empleos de calidad y con una economía basada en el conocimiento.
Esa es la ciudad que queremos para Jesús María: una ciudad que no espera al futuro, lo programa.
* Federico Zárate, Intendente de Jesús María