Javier Milei tiene razón en ser optimista con el futuro electoral. La mayoría de los indicios que surgen de los sondeos hacen prever una victoria de La Libertad Avanza el 26 de octubre. Incluso a pesar del fuerte traspié en el Senado a raíz de la alquimia que caracteriza su estrategia política. Una inédita audacia combinada con la impericia y desconocimiento de normas elementales para el funcionamiento institucional. El enojo ciudadano con la dirigencia de partidos tradicionales contribuye a disimular ese déficit inquietante y a configurar el milagro argentino que Milei está seguro de encarnar.
Aunque sostenga lo contrario, el gobierno sabe que Victoria Villarruel no pretende, ni tiene, posibilidades de protagonismo en los comicios que se avecinan. Eligió, sin embargo, ese argumento para culparla por la derrota que sufrió en la sesión de la semana pasada gracias a la habilidad del kirchnerismo para capitalizar el enojo con el presidente de los 24 gobernadores. No solo por retener los fondos que la ley les garantiza. También por la promesa incumplida de pactos electorales en la mayoría de sus provincias.
Corrientes es el caso testigo que encendió alarmas. Milei suspendió las negociaciones con Gustavo Valdés por un candidato de consenso para sucederlo en las elecciones del 31 de agosto. Con esa novedad, serán cuatro los que compitan con posibilidades por ese cargo. Cualquiera sea el resultado, emergerá un gobierno débil en una provincia cuya endeblez financiera condiciona su estabilidad institucional. Corrientes tuvo 17 intervenciones federales. Las dos últimas a fines del siglo XX.
Minucias insuficientes para detener el ímpetu libertario, capaz de pagar tasas exorbitantes para aplicar la desconfianza en su intrepidez del mercado cambiario. Esas turbulencias hacen que Milei concentre su atención en Villarruel, a quien le basta apegarse al rol que le marca la Constitución para estar entre las cuatro personalidades políticas de mejor imagen pública. El podio que Milei comparte con ella, Cristina y Patricia Bullrich.
La hermana del Presidente le ordenó a la ministra de Seguridad atacar a Villarruel por no abandonar la sesión. Es decir: por apegarse a su mandato. El precio a la insubordinación que paga Bullrich por resistir ser candidata a senadora por la ciudad. Algunos de sus asesores relativizan que haya abordado ese tema con Milei en el desayuno que compartieron el domingo. Insisten, en cambio, en que analizaron las eventuales repercusiones en la calle de la inestabilidad cambiaria y la conveniencia de que Bullrich permanezca en esa cartera. Otros arriesgan que convertirla en candidata ahora equivaldría a neutralizar otra postulación en 2027. La fecha por la aguarda Villarruel, pero también Cristina, si otra Corte distinta a esta revisa su condena. La imagen positiva de Bullrich (47%) es igual a la de Milei en el sondeo de junio de Latam Pulse- Bloomberg. La de Villarruel (30 %) equivale a la de Axel Kicillof. El mismo trabajo le asigna a Cristina 39 puntos. Dos más que en el mes de mayo.
Ese crecimiento trastocó lo que parecía cosa juzgada dos meses atrás: la segura victoria de La Libertad Avanza en las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires. Somos Buenos Aires forma parte de esa reconfiguración. El kirchnerismo le atribuye su aparición en la escena a las desinteligencias de La Libertad Avanza para negociar un frente con la oposición que, por supuesto, festeja. Sobre todo porque esa coalición estaría en condiciones de capturar a los dirigentes del Pro sin lugar en el acuerdo que Cristian Ritondo negocia con Sebastián Pareja, delegado de Karina Milei. Ritondo enfrenta el riesgo de una crisis de proporciones si, como titular del Pro, fracasa en lograr que Soledad Martínez y Pablo Petrecca no sean parte de ese acuerdo. La intendente de Vicente López es su viceprimero y el de Junín el segundo.
El problema de Ritondo es que Pareja le ofreció seis y no ocho lugares en las listas de legisladores, como le informó a Martínez y a Petrecca. Martínez defiende la reelección de Cristian Gribaudo por la Primera Sección y Petrecca la de Yamila Alonso por la Cuarta. Ritondo precisa el lugar de Petrecca para Matías Ranzini, un diputado de la Segunda sin reelección porque ocupa el cargo desde 2017. En la Cuarta se eligen siete senadores y en la Primera ocho. Entre ambas representan dos tercios de los 23 cargos que se renuevan este año en ese cuerpo. El Senado debe resolver en 2026 las cuatro vacantes en la Corte bonaerense. Gribaudo responde a Daniel Angelici, alguien siempre interesado en cuestiones judiciales. Ranzini a Ritondo, el mentor de Sergio Torres. El argumento para designar al exjuez federal N°12 fue su contribución para recapturar a los tres fugados del penal de General Alvear en diciembre del 2016. Quienes investigaron esa causa dudan del aporte de Torres. Ezequiel Cortelletti, su relator, negoció con Pareja la jubilación de Daniel Soria e Hilda Kogan, los otros dos integrantes activos de la Corte. Pareja exige ocupar los dos primeros lugares en todas las listas seccionales.
¿Hará una excepción con Ranzini para que Ritondo justifique el acuerdo? El precio que pagarían Guillermo Montenegro y Diego Valenzuela por tener el primer lugar en la Quinta y la Primera Sección sería encabezarlas. ¿Aceptaría Milei que los intendentes de General Pueyrredón y Tres de Febrero solo sean candidatos testimoniales y no asuman sus bancas?
Ni el auxilio prestado por Mauricio Macri le habría bastado a Ritondo para persuadir a los intendentes de Campana, Coronel Pringles y Puán. El de Pergamino, Javier Martínez, selló una alianza con Hechos, el partido que representará al intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, en la Segunda Sección. Ahí se eligen 11 de los 46 diputados que se renuevan este año.
Somos Buenos Aires habría convenido con Passaglia no competir en la Segunda para beneficiar a Hechos. Si esas terceras vías logran buenos resultados en la Segunda y la Cuarta, lo más probable es que se imponga Fuerza Patria. Algo parecido a lo que podría ocurrir en la Primera, donde la lista que encabezará el intendente de Tigre, Julio Zamora, podría volcar a favor del kirchnerismo el empate técnico que se registra por ahora con La Libertad Avanza. Zamora derrotó en Tigre a Malena Galmarini en 2023 con una lista vecinal. La esposa de Massa insistiría como candidata a primer concejal de Fuerza Patria. La influencia que Massa se arroga en Somos Buenos Aires parece desmentida por la resistencia a que Graciela Camaño o Emilio Monzó encabecen su lista en la Tercera Sección.
La nula oposición que halló Kicillof a que sus aliados lideren las boletas en las ocho secciones les hace presagiar a sus colaboradores un fin de semana tumultuoso con La Cámpora. El plazo de inscripción vence la medianoche de este sábado. Por ahora, la vicegobernadora Verónica Magario encabezaría en la Tercera Sección y el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, en la Primera.
Curiosamente, Julio Alak, se opone a que el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, lidere la lista en la Octava. El intendente de La Plata resultó el más beneficiado por Kicillof con obras públicas y fondos entregados a través de la tasa de capitalidad. Los servicios abonados por el gobierno bonaerense a ese municipio por los servicios que le presta.
El renovado optimismo sería tal que Martín Mena le habría ofrecido a Carlos Rívolo convertirse en Procurador General. Para eso el ministro de Justicia debería lograr antes que la Legislatura bonaerense le inicie un juicio político a Julio Conte Grand y destituirlo por los dos tercios de los votos del Senado. Un consenso imposible de alcanzar sin La Libertad Avanza en la próxima Legislatura. Tal vez uno similar al que se exploraría para ampliar la Corte Suprema.
Rívolo es el fiscal federal que investigó el atentado a Cristina y se resiste a cederla a María Eugenia Capuchetti. La jueza federal N°5 fue la primera en intervenir en esa causa. Capuchetti intenta determinar el papel de la custodia prestada por la policía Federal a Cristina la noche en la que Fernando Sabag Montiel habría intentado efectuar un disparo. La Policía Federal depende del ministerio de Seguridad, a cargo en ese momento de Aníbal Fernández.
Algunas versiones aluden a un supuesto y desconocido vínculo entre el exintendente de Quilmes y Mena. Capuchetti acusó judicialmente a Mena por mentir en una declaración en la causa por el atentado a Cristina. El ministro de Justicia bonaerense es uno de los asesores judiciales de la expresidenta.