Tras un superávit comercial de casi USD 19.000 millones registrado en 2024, para este año se espera que el guarismo descienda cerca de USD 12.000 millones, el mismo monto del primer desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI). Así, el saldo positivo del intercambio de bienes se vería disminuido por el boom de las importaciones.
La Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) proyectó USD 81.940 millones de exportaciones de bienes para este año, según estimaron desde la entidad, en diálogo con PERFIL. Por su parte, desde el sector importador afirmaron que las importaciones rondarían los USD 75.000 millones en 2025. Esto arrojará un superávit de USD 6.940 millones, cuando ese saldo en 2024 fue de USD 18.899 millones, una diferencia de USD 11.959 millones.
En cuanto al monto exportado, CERA estimó un segundo semestre levemente mayor que el primer semestre, aunque “sin que se destaque mayoritariamente algún sector en particular”. Por fuera de las exportaciones agroindustriales, que estacionalmente los segundos semestres son algo más bajos que la primera mitad del año, la energía y la minería serán dos fuentes de ingresos de divisas, algo que ya vislumbraron en los primeros seis meses de 2025.
En el primer semestre, el sector energético logró en el primer semestre de 2025 un superávit comercial de USD 3.167 millones. Las exportaciones de Vaca Muerta se duplicaron respecto del año anterior e impulsaron la balanza, a pesar de un contexto de precios internacionales bajos. Se espera que el guarismo ascienda a USD 8.000 millones para todo 2025.
Con una suba de casi el 80%, las importaciones desde China fueron las que más crecieron y se llevaron USD 8.297 M
En cuanto a la minería, según un informe elaborado en conjunto por la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la Argentina cerraría este año con exportaciones mineras por encima de los USD 5.000 millones, lo que representaría un récord histórico.
Por el lado de las importaciones, para la segunda parte del año se espera se mantengan en niveles similares a lo visto en los primeros meses. La incógnita que ronda es acerca de qué pueda pasar con el tipo de cambio luego de las elecciones. Si el mercado comienza a vislumbrar un dólar más alto, algo que se ve reflejado en el mercado de futuros, los importadores podrían anticipar sus compras al exterior y los exportadores demorarían la liquidación de divisas. Los especialistas ven este escenario en caso de un dólar arriba del techo de la actual banda de flotación, es decir, por fuera del esquema cambiario actual.
“De todos modos, en el escenario preelectoral, hay una atención generalizada sobre la cotización del dólar posterior a las elecciones. La curva del dólar futuro muestra que, a pesar de las intervenciones del Banco Central, persisten presiones hacia una aceleración de la tasa de depreciación del tipo de cambio luego de los comicios. Si esa expectativa se afianza o se acelera, será esperable algo de ‘adelantamiento’ de demanda de importaciones en los próximos meses”, señaló Suramericana.
Esta situación se observó durante el primer trimestre de 2025, periodo de mayor volumen importado del año. Ante la expectativa de una modificación en el esquema cambiario, en el marco de un acuerdo con el FMI que elevara el tipo de cambio oficial, llevó a varios importadores a adelantar oraciones.
Pero algunos importadores mostraron cautela sobre la posibilidad de que se pueda repetir hacia adelante. “La compra se encuentra quieta actualmente, poca tracción; se compra en función de la demanda, no por oscilación del dólar. Los precios en bienes importados están estables a pesar de la suba del tipo de cambio más cerca del techo de la banda. Si sube más allá hay que ver si hay demanda, no hay rentabilidad para absorber ese margen”, remarcaron en off the record a este medio fuentes del sector importador.
Las exportaciones de Vaca Muerta se duplicaron y el superávit energético fue más alto que el de toda la economía
Balanza comercial: las importaciones se hicieron notar en el primer semestre
El primer semestre arrojó un superávit comercial de USD 2.788 millones, una caída sustancial del orden del 74% frente a los USD 10.742 millones de saldo positivo que se registró en el mismo periodo del año pasado.
La reducción del excedente en la balanza de intercambio de bienes se debió a que las exportaciones crecieron apenas un 4%, acumularon unos USD 39.742 millones, frente a las importaciones que incrementaron un 34%, significaron USD 36.954 millones, USD 9.572 millones más que el año pasado. Así, la apertura impulsada por el Gobierno y el atraso cambiario llevó a una reducción de casi USD 8.000 millones en el comercio exterior.
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