Afectada por la recesión y la caída del consumo, la industria panadera argentina enfrentó un duro retroceso: 14.000 locales cerraron sus puertas y la producción se redujo a la mitad en los últimos 18 meses.
“Producir en Argentina cada vez cuesta más. Soy panadero y solo uso la mitad de las máquinas”, sostuvo el presidente del Centro de Panaderos de Buenos Aires, Martín Pinto. También alertó que el consumo de pan se redujo un 50% en los últimos 18 meses.
Productos tradicionales en declive
Pinto precisó que el impacto es aún más grave en las facturas: “Se venden un 85% menos. Ya ni siquiera la docena del día anterior al 50% de descuento se vende. Hoy las panaderías producen por pedido, con dos o tres productos básicos, y las heladeras están apagadas porque lo que no se vende se tira”.
Antes, los mostradores ofrecían variedad: panes, facturas y sándwiches. Hoy, las panaderías “trabajan con lo justo y apagan equipos para ahorrar energía y evitar pérdidas”, según el dirigente.
Inflación, recesión y tarifas que complican aún más
La crisis del sector se enmarca en un contexto general de inflación persistente, recesión y una significativa reducción del consumo, que impacta sobre todo en las pymes, fundamentales para la generación de empleo en Argentina.
Septiembre trae además aumentos en diversos servicios y productos, que tensionan los presupuestos de hogares y pequeñas empresas:
- Prepagas: incremento de entre 1,4% y 1,9%.
- Colegios: suba de 3,2% en Ciudad y Conurbano.
- Alquileres: contratos bajo la derogada Ley de Alquileres aumentarán 50,3% según índice del BCRA.
- Combustibles: nafta súper +$10,52 por litro; gasoil +$8,58.
- Luz: precio mayorista +0,5%, estimado en $13.554/MWh.
- Gas: baja del 5,48% en precio mayorista, pero se suman costos de distribución.
- Agua: AySA anuncia aumento de hasta 1% sobre factura de agosto.
En transporte público, los incrementos también son significativos:
- Subte: $1071 con SUBE registrada; $1702,89 para tarjetas sin nombre.
- Premetro: $374,85 o $596,01 según tipo de SUBE.
- Colectivos en CABA: aumentan 3,9%, con tarifas desde $526,15 hasta $676,48.
Banchero, el “rey” de la pizza: qué pasa con los precios y cómo influye la caída del turismo en el consumo
Una de las pizzerías porteñas más antiguas es Banchero, nacida en 1932 en el barrio de La Boca, y se destaca por seguir vigente y continuar en manos de la misma familia fundadora. De hecho, hoy su dueño es Diego Banchero, bisnieto del creador de este icono de Buenos Aires, y que habló con iProfesional para contar cómo afronta el nuevo escenario del país, donde destaca el impacto que genera en su facturación la falta de turismo de países limítrofes por los altos valores en dólares.
Además, comenta cómo están compensando con público interno esa caída en consumo, que proviene de las provincias y del repunte de la asistencia al teatro, y lo positivo que le resulta para su negocio que la inflación haya descendido a menos de 2% mensual.
“Ahora casi no hay un movimiento de precios. A decir verdad, la muzzarella y la harina, que son dos componentes importantes en nuestro sector, casi no han subido a lo largo de este año”, dice a ese medio.
Banchero ya cuenta con 7 locales, donde se encuentran la reconocida sucursal ubicada a pocos pasos del Obelisco e, incluso, una en Miami Beach (Estados Unidos), que se ha hecho “viral” en redes sociales por haber recibido un pedido del mismísimo Lionel Messi.
Incluso, esta cadena acaba de ser distinguida como una de las 10 “Pizzerías Emblemáticas Porteñas”, por el Ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad y la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas (APYCE), por preservar la “auténtica tradición de la pizza argentina”.
-¿Cuál es el impacto en el consumo de pizza por la situación económica?
-No hay ninguna novedad si menciono que el consumo, en general, está bajo. Me parece que las pizzerías, dentro de la gastronomía, deben ser lo que menos lo sienten, por lo popular y accesibles que son. En el caso particular de nosotros, que tenemos locales en La Boca y en la Avenida Corrientes, se siente la baja, sobre todo, por el tema de la caída del turismo de los países limítrofes, que antes era muy fuerte, pero que ahora casi ya no existe por la diferencia en el tipo de cambio. Diría que ya no se ve turismo chileno, uruguayo y brasilero, que antes había mucho. Ni siquiera se ven las chapas de los autos de Chile y Uruguay en los estacionamientos.
-¿Cómo hacen para suplantar esta baja de consumo?
-Se reemplazó bastante con el turismo interno argentino, que ha crecido mucho. Ahora es más normal que la gente de las provincias venga a pasar los fines de semana largos. Además, en la Avenida Corrientes la temporada de teatro está siendo muy buena, hay muchas buenas obras en cartel. Entonces, en el balance, en realidad la facturación bajó, pero no tanto. No es algo alarmante. Siempre se va supliendo con otras cosas y no es nada que no hayamos atravesado en los 90 y pico de años de vida que tenemos.
-¿Cuánto les ha subido en consumo interno?
-El consumo interno de este año es mejor que el 2024, estamos un 20% arriba en unidades. Sobre todo, por las vacaciones de invierno, que es el mes más fuerte para la gastronomía, en general, en Buenos Aires. Cabe recordar que el 2024 había sido flojo, y el actual volvió a ser un buen año. Por lo que esperamos que siga mejorando.