Aceptó el reto, ese desafío de calzarse el buzo de uno de los clubes más trascendentes del planeta, tras el llamado de Juan Román Riquelme. Con el motor de su motivación, Miguel Ángel Russo se prestó a iniciar un nuevo ciclo en Boca Juniors, que por el momento navega por altibajos.
Además de la difícil tarea de hallar una identidad futbolística para calmar las aguas de la institución, que padece de anemia de resultados positivos resonantes hace unos años, el entrenador también surca por el ojo de la atención pública por su estado.
En diversas ocasiones se lo percibió con un lenguaje corporal de cansancio en el banco de suplentes, de hecho este fin de semana las cámaras lo filmaron dormitando durante el cotejo ante Aldosivi. De ese modo, los debates se multiplicaron respecto a su entereza a los 69 años.
Ahora, Miguel Ángel encendió las alarmas y provocó confusiones en las informaciones por una visita a una clínica. Algunas voces deslizaron que el director técnico había sido internado, empero todo se remite a una batería de estudios de rutina, en los que se le detectó una afección.
En DSports, Gustavo Kuffner le consultó al especialista de Boca: “¿Qué está pasando con Russo? ¿estaba en una internación?”. Así, el periodista arrojó un panorama más claro y contó: “Tenemos que descartar, no está internado, el diagnóstico es de una infección urinaria, que salió por unos estudios de rutina que hace por la enfermedad que transitó y por su edad”.
De esta manera se corroboró que Miguel Ángel podrá formar parte de la planificación semanal del Xeneize, en la que se apuntará al siguiente desafío en el torneo local: la visita a Rosario Central.