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Peronismo en Río Negro: unidad electoral, colaboración estratégica

Días atrás en Fiske Menuko (Roca) se llevó adelante el acto de lanzamiento de campaña de Fuerza Patria en Río Negro. Martín Soria, su hermana María Emilia, Ana Marks, Martín Doñate, Adriana Serquis, Leandro Costa Brutten y otros candidatos al Senado y a Diputados, participaron del acto con miras a las próximas elecciones de octubre.

En sus primeros ensayos de campaña quieren instalarse intentando polarizar con el gobierno nacional y sus candidatos locales como Lorena Villarde. Pero además con un objetivo de mayor envergadura: mostrar que esta unidad le puede permitir pelear por recuperar la provincia en las ejecutivas de 2027. En medio de la crisis de los libertarios y de una gestión de Juntos Somos Río Negro desgastada tras más de 13 años de gobierno, el peronismo local cierra filas entre ex-colaboradores verdes y los mismos de siempre.

La vuelta de los “traidores”

El frente incluye a Ana Marks como segunda candidata a senadora, detrás de Martín Soria. En 2023 el dirigente Doñate se plegó al “Gran Acuerdo Rionegrino”, que habilitó una colectora peronista detrás de la candidatura de Weretilneck. La sonrisa de Marks y Pedro Dantas eran parte del acuerdo del PJ oficial, que prefirió aliarse a Juntos Somos Río Negro para aislar a los Soria y alcanzar representación parlamentaria propia. En esos momentos Martín Soria, que era Ministro de Justicia de Alberto Fernández, salía a decir: “Cuando pensábamos que no habría traidor más grande que Miguel Pichetto para el peronismo rionegrino, siempre aparece un bobo nuevo”.

El zigzagueo del camporismo tuvo sus consecuencias. En la provincia, la alianza del PJ con Weretilneck le permitió consolidar a este último un poder inédito. Incluso antes de asumir logro que le voten sus propias “facultades extraordinarias”, a la vez de lograr todos los cambios a gusto y placer de las mineras, sea en materia de los códigos provinciales para autorizar la extracción así como en materia de reformas a la ley de tierras en perjuicio de las comunidades mapuche. Eso fue el costo de la colaboración política que llevó como nombre “Gran Acuerdo Rionegrino”, que no solo incluía a los verdes y el PJ, sino a los requechos que quedan de la decandente UCR.

Doñate en pose pro-oleoducto. Era 2023 y dirigía la alianza con Weretilneck

El peronismo fue un actor clave en proyectos centrales del saqueo en la provincia, brindándole gobernabilidad al mandatario provincial en la legislatura: los primeros spots publicitando la construcción del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), eran con Doñate y todo el peronismo frente a los primeros tubos instalandose en la región. El impulso a la megaminería en la Línea Sur y la privatización encubierta del agua de la mano de Mekorot, también tienen a amplios sectores del PJ provincial como socios políticos, aportando la estabilidad política necesaria para que Juntos Somos Río Negro avance con el plan sin fisuras.

Luego vinieron los arrepentimientos y ahora la unidad peronista, pero en el medio quedaron destacados colaboradores como Pedro Dantas, que se mantiene como engranaje entre los intereses de Weretilneck y los intendentes del peronismo, agarrados a una convivencia necesaria por las regalías y bonos petroleros que reparte el gobernador. La actual candidata a diputados por Fuerza Patria, Adriana Serquis, quien pretende atacar a Weretilneck por sus colaboraciones con Milei en el Congreso Nacional se olvida de los “suyos”, que en provincia fueron o aún se mantienen verdes como el gobernador.

Pero Adriana, tus compañeras y compañeros de lista llevaron en la boleta la doble V de Weretilneck a gobernador. Fueron claves en fortalecer este gobierno ajustador y entregador https://t.co/8gMazE34OB pic.twitter.com/7TzamCnLu0

— Alhue Gavuzzo (@AlhueBG) September 5, 2025

En las calles… paz social

El 2024 fue un año de fuertes tensiones sociales en todo el país y en la provincia. Cuando aún existía la unidad verde con el PJ, la lucha provincial de salud estaba en pleno desarrollo y aún así, sin embargo, las conducciones sindicales ligadas al peronismo, por caso UnTER, CTA y sectores de la CGT hicieron lo imposible por dejar aislado a las y los hospitalarios. Como a nivel nacional, con un llamado aislado a algún paro, se convirtieron en garantía de paz social y de sueldos de pobreza. Al día de hoy, esa CGT regional, de la que referente peronistas ocupan puestos e dirección, saludó como “histórico” el avance de la planta de GNL en Punta Colorada. Por su parte, la CTA, de la que también forman parte de sus conducciones, siguen limitándose a administrar la bronca desde arriba.

Este rumbo no se debe a “desvíos coyunturales” sino a una orientación política de fondo: la subordinación de su proyecto político al saqueo extractivista del gran capital y a las exigencias de ajuste del capital financiero. No es de ahora: el peronismo rionegrino, lejos de construir una alternativa, eligió siempre asociarse a los negocios estratégicos: garantizó la derogación de la Ley Anticianuro en 2011, los pactos con Chevron y Shell en Vaca Muerta, el desembarco de Mekorot en el agua, y hoy la entrega del Golfo San Matías. Ya María Emilia Soria, la supuesta candidata a la gobernación 2027, lo explicaba a su modo para julio de 2024: “para posibilitar la creación de empleo en Roca, vamos a adherir a este Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (…) hoy el RIGI es una realidad que forma parte del modelo de país que eligieron los argentinos. No existe un camino alternativo.”. Es un argumento de “hechos consumados”, una simple resignación.

La unidad peronista para octubre apenas disimula estas contradicciones. El verdadero desafío está en otra parte: en la organización independiente de las y los trabajadores, en la recuperación de los sindicatos y en la construcción de una herramienta política propia, que prepare una salida obrera y popular frente al derrumbe del régimen provincial y nacional.

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