La mayonesa, un aderezo esencial en la cocina de millones de hogares, ha sido objeto de un análisis detallado por parte de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). Este estudio no solo destacó las diferencias entre la mayonesa casera y la industrializada, sino que también evalúa la calidad de las marcas disponibles en el mercado mexicano. Según el informe, la elección entre ambas opciones no solo depende del sabor, sino también de los ingredientes y el impacto en la salud.
De acuerdo con la Profeco, la mayonesa casera se elabora con ingredientes básicos como yema de huevo, vinagre (o limón), aceite, mostaza, sal y pimienta. Por otro lado, la mayonesa industrializada incluye una mezcla más compleja que puede contener aceite vegetal, yema de huevo líquida comercial, agua, vinagre, azúcares, sal, especias, condimentos, aditivos alimentarios, colorantes y saborizantes. Además, los productos industrializados deben cumplir con ciertos estándares, como un contenido mínimo del 65 por ciento de aceite vegetal y un 0.9 por ciento de proteína.
El análisis de Profeco también subrayó que algunos productos empaquetados presentan niveles elevados de sodio, calorías y grasas saturadas, lo que hace fundamental leer las etiquetas antes de comprar. Este aspecto es, especialmente relevante, para quienes buscan opciones más saludables o tienen restricciones dietéticas.
Aunque el origen exacto de la mayonesa es motivo de debate, la teoría más aceptada la sitúa en el siglo XVIII en Menorca, una de las Islas Baleares en España. Según la leyenda, un chef del duque de Richelieu creó esta salsa a base de aceite y huevos como ingredientes principales. Desde entonces, la receta ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes culturas culinarias, lo que ha dado lugar a las versiones caseras e industrializadas que conocemos hoy.
En el caso de la mayonesa industrializada, su composición ha sido modificada para aumentar su vida útil y facilitar su producción a gran escala. Esto ha llevado a la incorporación de aditivos y conservadores, que si bien garantizan su durabilidad, también pueden alterar su perfil nutricional.
Por ello, y aunque la Profeco recomendó como principal opción el preparar la mayonesa casera para acompañar los alimentos, también sugirió consumir algunas marcas que no solo son las más saludables, sino también las más económicas.
El análisis de Profeco incluyó 24 productos, entre los que se encuentran mayonesas tradicionales y versiones reducidas en grasa. Una de las principales conclusiones fue que algunas marcas no cumplen con el contenido neto declarado en sus etiquetas, mientras que otras, etiquetadas como “livianas”, presentan niveles de grasa superiores a lo esperado. Esto pone en evidencia la importancia de verificar la información nutrimental al momento de elegir un producto.
Entre las marcas evaluadas, Great Value destacó como la mejor opción en el mercado mexicano. Este producto, disponible en un envase de 870 gramos, no solo cumple con el contenido neto prometido, sino que también proporciona información veraz al consumidor. Sin embargo, Profeco advierte que esta marca presenta tres sellos de advertencia por exceso de calorías, grasas saturadas y sodio, lo que subraya la necesidad de consumirla con moderación.
Otras marcas que obtuvieron buenos resultados en el análisis incluyen La Costeña, Member’s Mark, Maille y Heinz, que ofrecen a los consumidores una variedad de opciones de calidad. Cada una de estas marcas tiene características específicas que pueden adaptarse a diferentes preferencias y necesidades dietéticas.
Profeco también destacó que los aderezos, aunque similares en apariencia a la mayonesa, suelen tener una composición distinta. Estos productos contienen menos aceite y yema de huevo, y están formulados con una mayor cantidad de agua y aditivos. Por esta razón, es importante no confundir ambos productos y revisar cuidadosamente las etiquetas para asegurarse de adquirir lo que realmente se busca.
En última instancia, la elección entre la mayonesa casera y la industrializada dependerá de las prioridades de cada persona. Mientras que la versión casera ofrece un control total sobre los ingredientes, las opciones empaquetadas brindan comodidad y una mayor vida útil. Sin embargo, como señala Profeco, la clave está en tomar decisiones informadas y responsables al momento de disfrutar de este popular aderezo.