Tengo una gran y hermosa oportunidad”, dijo Frank Darío Kudelka una vez que pasó el partido de Sudamericana con Corinthians, mirando de lleno la final que Huracán tiene este domingo ante Platense. No es para menos: el entrenador está ante la chance de ser campeón por primera vez en la Primera División del fútbol argentino.
Toda una vida dirigiendo
Una historia que va desde las ligas regionales hasta esta actualidad inmejorable en el plano local e internacional. Él mismo lo sabe: a sus 64 años, señala que el cruce con el Calamar “es uno de los mejores momentos o desafíos más importantes de mi carrera”. En las horas previas, es inevitable que en la mente de Kudelka no sobrevuele el recuerdo de sus inicios en la Liga de San Francisco (Córdoba) o la Liga Santafesina dirigiendo a Unión, allá sobre fines del siglo pasado. O mismo también su esperado estreno con la Primera del Tatengue en el 2002.
No será un trotamundos, pero si hay algo que el deté de Huracán conoce de sobra es el fútbol argentino. Y no solo pasó por todas las categorías, sino que también tuvo éxito. Ascensos del Federal al Nacional, y del Nacional a Primera, incluso con récords: en Talleres de Córdoba subió a la máxima categoría siendo campeón ¡de forma invicta! en 2016 (hito que no se volvió a repetir en la historia). Y claro, por algo es que es ovacionado cada vez que se enfrenta a la T.
Kudelka dirigiendo Talleres y siendo homenajeado en Unión: dejó huellas en todos lados (Foto Jose Almeida).
Pero así y todo, Kudelka tiene una espina. Una que no comparte con ninguno de los equipos del Ascenso por los que pasó, ni con Instituto, ni con Lanús, ni con Newell’s, clubes que también dirigió. Porque con ninguno de ellos tuvo tres ciclos. Porque en ninguno de ellos tiene una segunda final (mano a mano, claro está) que jugar. Pero más que nada, porque en el Globo estuvo tan cerca que es inevitable no pensar en revancha.
Sus dos ciclos anteriores en Huracán
Es que claro, su primera etapa en Parque Patricios fue la que gestó el inicio de una época de cambios en el club. Porque si bien quedó en la puerta del ascenso en 2014 ante Independiente, ideó la estructura del equipo campeón de la Copa Argentina aquel año (lo dirigió hasta las semifinales), el mismo que después logró la tan ansiada vuelta a Primera. Pero en ninguna de las dos estuvo en el banco.
Y de forma increíble, su segundo ciclo corrió la misma suerte. Porque no logró campeonar, pero durante el año que estuvo desde el otro lado de la linea de cal (desde marzo de 2021 a mayo de 2022), armó la base que después agarró Diego Dabove y peleó hasta la anteúltima fecha de aquel famoso torneo que se disputaron Boca y Racing (lo ganó el Xeneize en esa épica definición ante Independiente y River, respectivamente).
Frank en su segundo ciclo en Huracán (Photo by ALEJANDRO PAGNI / AFP).
Mañana la vida, o el fútbol, le pone enfrente una nueva prueba. ¿Será la tercera la vencida? Este domingo se verá. Porque Frank vuelve a poner a su Huracán en una definición tras aquella mencionada caída ante el Rojo y la pelea por el torneo del año pasado ante Vélez. La realidad es que, sea cual sea el resultado, es una historia que está hecha para que Kudelka y su querido Globo escriban un nuevo capítulo juntos, no como sucedió en los ciclos anteriores que no pudo culminar y miró desde afuera el final de su creación.
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