Marcial Maciel Degollado fue uno de los sacerdotes más importantes e influyentes a lo largo del siglo XX, que logró conquistar al Vaticano gracias a la fundación de la congregación católica “Legionarios de Cristo” y la asociación laica “Regnum Christi“. Sin embargo, este padre mexicano, caracterizado su carisma y capacidad de sumar miles de fieles, en realidad fue un “monstruo de mil caras“, acusado de haber abusado al menos 60 menores de edad, utilizar identidades falsas, tener hijos en secreto con varias mujeres y una fuerte adicción.
“Son decenas de casos de abusos que se han comprobado y que los ha reconocido los propios Legionarios de Cristo. Claramente, era un depredador sexual“, señala Sebastián Gamba, productor de la serie documental Marcial Maciel: el lobo de Dios, en diálogo con PERFIL. El proyecto -que tuvo su estreno este 14 de agosto en HBO MAX- refleja, con documentos inéditos y testimonios exclusivos, el sistema de encubrimiento que lo protegió durante décadas y las polémicas financieras por paraísos fiscales.
Grupos católicos conservadores dicen que Leon XIV encubrió abusos, pero el Vaticano asegura que los combatió
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
En esa línea, Gamba destacó una de las frases que pronuncia Jason Berry, uno de los primeros periodistas en hablar de estos casos de abuso en Estados Unidos, cuando definió a Maciel como “uno de los criminales más grande de la Iglesia Católica del siglo XX y al mismo tiempo, el mayor recaudador“.
A lo largo de la investigación para llevar a la pantalla esta serie de cuatro episodios, el productor aseguró que al trabajar con el director, Matías Gueilburt, lo que más lo impactó fue el retrato de Maciel como una especie de “Doctor Jekyll y Mr. Hyde”. Sobre el cura nacido en Michoacán en 1920, y fallecido en la ciudad estadounidense Jacksonville en 2008, comentó que “su lado luminoso y su lado oscuro” fueron creciendo a la par, al igual que su “imperio” y la construcción de un santo que “él fue generando de sí mismo en vida”.
Denunciado por cometer abusos sexuales por varios miembros de la congregación y estudiantes de los establecimientos de los legionarios a fines de la década de 1990, ya se registraban acusaciones en su contra desde la década de 1940. En 2006, el Vaticano indicó el retiro de Maciel a México para dedicarse “a la penitencia y la oración”, y casi dos años después murió antes de que el papa Benedicto XVI ordenara una investigación en su contra.
En 2019, la congregación que fundó admitió 175 casos de abuso sexual a menores cometidos por 33 de sus sacerdotes, incluyendo a Marcial Maciel. Varias de sus víctimas, como Juan José Vaca, José Barba y Alejandro Espinosa, exlegionarios de Cristo y unos de sus principales denunciantes, aparecen en el documental y dan detalles acerca de las violaciones, que ocurrieron cuando eran niños. En las mismas, cuentan que tras abusarlos, el religioso “les daba la absolución” por ayudarlo a “aliviar su dolor y su enfermedad”.
Gamba aclaró que al trabajar con las víctimas hubo muchísimo respeto por el dolor y por sus historias. “Fueron varios encuentros, el periodista que los entrevistó los conoce muy bien. Hay un trabajo de mucho cuidado en la forma en que se ha narrado. Hablamos de mucha valentía y una lucha quijotesca, porque imagínate que al principio eran nueve exlegionarios denunciando, y el Vaticano en ese entonces no quiso reconocer nada“.
La doble vida de Marcial Maciel
Maciel falleció a los 87 años, luego de años de escándalos por las acusaciones de pederastia, así como por la paternidad de al menos tres hijos con distintas mujeres, algunas de ellas en su país natal y otras en España, donde adquirió propiedades y construyó una compleja red de apoyos que iban desde la política del franquismo.
“Tenía mujer e hijos en México y otra con una hija en España, a las cuales las engañó diciéndoles que era otra persona. A una le dijo que era un agente de la CIA y a otra, que era un empresario de petrolero“, precisó el cofundador de Ánima Films. En febrero de 2009, se confirmó que tuvo una relación con una mujer, Norma Hilda Baños, que quedó embarazada de Maciel cuando tenía 26 años, en los noventa, lo cual fue ratificado por un portavoz de los Legionarios en Roma.
En 2010, se presentó en los medios Blanca Estela Lara Gutiérrez y sus hijos Omar, Raúl y Cristian González Lara. Estos últimos dos son hijos del sacerdote, tras haber mantenido un vínculo con Blanca en los años setenta, cuando la conoció en Tijuana. La mujer contó que pensaban que la identidad del padre de los chicos era “José González”, hasta que en 1997 vieron su foto en una revista y descubrieron que se trataba del padre Maciel.
Al hablar del “monstruo de mil caras” por los distintos escándalos del religioso, Gamba también mencionó lo complejo de su caso. “Hay toda una arista relacionada a la adicción a las drogas que tenía desde muy joven. Era adicto a los opiáceos, él enviaba ya en la década de 1950 a los novicios, a niños que entraban a la Legión, por las farmacias de Roma a buscarle las drogas”.
Sobre los paraísos fiscales, en 2017 se conoció, a través de los documentos de los Panama Papers, que Maciel creó en Bermudas en el año 1992 la sociedad “The Society for Better Education” y en 1994 la “International Volunteer Services” para “gestionar los millonarios ingresos de su imperio educativo”. Se calculaba en ese entonces que el flujo de entrada era de cerca 300 millones de dólares al año, y la producción de HBO señala que “proveía al Vaticano con más de 600 millones de dólares anuales“.
Por último, Cecilia Abraham, directora de Desarrollo de Contenido de No Ficción para Warner Bros. Discovery, le explicó a este medio que las expectativas por el lanzamiento de esta producción están puestas en generar una discusión sobre un tema que es universal y que atraviesa a toda la sociedad. “Es importante el hecho de que esté apoyada en un rigor periodístico y en una investigación de impacto”, agregó.
“Las épocas son muy distintas, cuando vivía Maciel pudo construir todo lo que construyó, lo cual hoy sería imposible, por lo menos no de esa manera. Siempre es importante hablar de estas historias para de alguna forma haya más mecanismos de prevención y, en lo posible, evitar que sucedan”, concluyó.
FPV/fl