La gran banca estadounidense (JP Morgan, Citigroup, Bank of America y Wells Fargo) arrancan la temporada de resultados empresariales en el país con cifras dispares, pero con una tónica común: todas ellas se han visto afectadas en mayor o menor medida por los rescates de las entidades financieras regionales, como el Silicon Valley Bank, el Signature Bank o el First Republic, en el último trimestre del año. Aun así, las subidas de los tipos de interés hasta la horquilla de 5,25% y 5,50% ha engordado las arcas de algunos de ellos en el acumulado interanual. JP Morgan, el banco más grande del país, registró unos beneficios anuales récord de casi 50.000 millones de dólares, de los cuales más de 4.000 millones procedieron de la compra a precio de saldo del First Republic. En la misma línea, Wells Fargo se anotó un beneficio neto atribuido de 17.982 millones de dólares (16.413 millones de euros) en el año 2023, lo que supone una mejora del 43,1% en comparación con el resultado contabilizado por la entidad en 2022. No ha ocurrido lo mismo con las otras dos firmas. Citigroup despedirá a un 10% de su plantilla tras sufrir unas pérdidas de 1.839 millones de dólares en el último trimestre de 2023, condicionadas en su mayor parte por el aumento de gastos, del coste del crédito y la caída de ingresos, mientras que Bank of America redujo su beneficio neto en un 3,68% hasta los 26.515 millones de dólares.
En Wall Street, los inversores dieron una acogida mixta a los primeros resultados empresariales del año. Si a media sesión eran JP Morgan y Wells Fargo los que subían, acordes con las cifras presentadas, a última hora de la noche eran los que se mantenían en números rojos. JP Morgan cae un 0,43%, Wells Fargo pierde un 3,10% y Bank of America desciende un 1,02%. Por su parte, Citigroup gana un 1,06%. Otros grandes bancos también caen en Bolsa: Morgan Stanley pierde un 0,57% y Goldman Sachs un 0,39%. Los principales índices bursátiles del país se mantienen casi neutrales. El Dow Jones pierde un 0,34% y el Nasdaq un 0,04%, mientras que el S&P 500 gana un 0,04%.
El banco más beneficiado por el contexto económico internacional y por las subidas de los tipos de interés ha sido JP Morgan. Sus ingresos netos sumaron 158.104 millones de dólares (144.262 millones de euros), un 22,9% por encima de la cifra de negocio contabilizada en 2022, y sus provisiones para hacer frente a impagos de su cartera de crédito fueron de 9.320 millones de dólares (8.504 millones de euros), un 45,9% más. El primer síntoma de preocupación aparece en el último trimestre del año, cuando el banco obtuvo un beneficio de 9.307 millones de dólares (8.492 millones de euros), un 15,5% menos que un año antes, mientras que la cifra de negocio neta creció un 11,7%, hasta los 38.574 millones de dólares (35.197 millones de euros). Jaimie Dimon, presidente y consejero delegado de la entidad, ha explicado que «2023 fue un buen ejemplo del poder de nuestra filosofía de inversión y fortaleza, así como del valor de estar ahí para los clientes, como siempre lo estamos, tanto en los buenos como en los malos momentos» y que el banco cuenta con una capacidad total de absorción de pérdidas de 514.000 millones de dólares (469.000 millones de euros) y 1,4 billones de dólares (1,277 billones de euros) en efectivo e inversiones. Por otra parte, Dimon ha asegurado que las recientes propuestas normativas y legislativas, incluidos los criterios de Basilea III, «podrían causar graves perjuicios a los consumidores, las empresas y los mercados», por lo que ha pedido a los reguladores los «ajustes necesarios» para promover un «sistema financiero sólido».
Wells Fargo también ha mejorado aún más sus resultados. El banco se anotó un beneficio neto atribuido de 17.982 millones de dólares (16.413 millones de euros) en el año 2023, lo que supone una mejora del 43,1% en comparación con el resultado contabilizado por la entidad en 2022, y sus ingresos aumentaron un 11,1% más hasta los 82.597 millones de dólares (75.390 millones de euros). La firma registró un impacto adverso de 5.399 millones de dólares (4.928 millones de euros) en relación con el riesgo de crédito, esto es, un 252% más que la partida destinada a provisiones en 2022. Tal y como le ha ocurrido a JP Morgan, entre octubre y diciembre las ganancias redujeron su incremento y aumentaron un 9,8% hasta los 3.160 millones de dólares (2.884 millones de euros). La cifra de negocio, por su parte, aumentó hasta los 20.478 millones de dólares (18.691 millones de euros), un 2,2% respecto al mismo trimestre del año anterior. «Aunque la mejora de nuestros resultados en 2023 se benefició de la solidez de la coyuntura económica y de la subida de los tipos de interés, también contribuyeron de forma importante nuestra continua atención a la eficiencia y la firme disciplina crediticia», ha valorado el consejero delegado de Wells Fargo, Charlie Scharf.
Primeros resultados negativos
Bank of America, el segundo mayor banco estadounidense, registró un beneficio neto atribuido de 24.866 millones de dólares (22.665 millones de euros) al cierre del año 2023, lo que representa una caída del 4,4% respecto del resultado contabilizado el ejercicio anterior, y asumió en el cuarto trimestre un impacto negativo extraordinario de 3.700 millones de dólares (3.372 millones de euros). En el conjunto de 2023, los ingresos netos totales de Bank of America sumaron 98.581 millones de dólares (89.854 millones de euros), un 3,8% más que en 2022, gracias a que los ingresos por intereses netos aumentaron un 8,5%, hasta 56.931 millones de dólares (51.891 millones de euros). Sin embargo, a lo largo del pasado ejercicio, las provisiones de la entidad para cubrir el riesgo de impago crediticio crecieron un 73%, hasta 4.394 millones de dólares (4.005 millones de euros). Estas cifras se deben especialmente al arrastre del último trimestre del año, cuando la entidad financiera ganó 2.838 millones de dólares (2.587 millones de euros), un 58,9% menos, mientras que los ingresos netos sumaron 21.959 millones de dólares (20.015 millones de euros), un 10,5% menos que en el cuarto trimestre de 2022.
La compañía informó de que sus cuentas reflejan un impacto adverso de 2.100 millones de dólares (1.914 millones de euros) en relación con gastos no financieros por el importe estimado de las nuevas reglas de la Corporación Federal del Seguro de Depósito (FDIC). «Presentamos resultados sólidos en el cuarto trimestre y en todo el año, ya que todos nuestros negocios lograron un fuerte crecimiento orgánico, con una actividad récord de los clientes y un compromiso digital», declaró el presidente y consejero delegado de Bank of America, Brian Moynihan, quien destacó la buena marcha de la demanda de préstamos y el crecimiento de los depósitos.
El mayor golpe financiero se lo ha llevado Citigroup. El banco se anotó pérdidas de 9.228 millones de dólares (8.411 millones de euros), un 38% por debajo del resultado anotado por la entidad el ejercicio anterior, mientras que sus ingresos sumaron un total de 8.462 millones de dólares (71.516 millones de euros), un 4,1% por debajo de la cifra de negocio del año anterior, incluyendo una caída del 3% en el cuarto trimestre, hasta 17.440 millones de dólares (15.896 millones de euros). En el conjunto del ejercicio, el coste de crédito para Citigroup se elevó un 75%, hasta 8.186 millones de dólares (8.373 millones de euros), con un incremento del 92% en el último trimestre del año, hasta 3.547 millones de dólares (3.233 millones de euros). Entre octubre y diciembre de 2023, el banco registró unas pérdidas de 1.839 millones de dólares (1.676 millones de euros) debidas a una serie de cargos extraordinarios, incluyendo 1.700 millones de dólares (1.550 millones de euros) por la evaluación especial de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) tras el rescate de varias entidades en la crisis bancaria de la pasada primavera, tal como ya había adelantado el banco.
Asimismo, Citigroup también contabilizó un impacto negativo de 1.300 millones de dólares (1.185 millones de euros) por riesgos de transferencia en Rusia y Argentina, así como de otros 880 millones de dólares (802 millones de euros) debido a la devaluación del peso argentino. La entidad estadounidense también aclaró que durante el cuaro trimestre de 2023 destinó un total de 780 millones de dólares (711 millones de euros) en cargos de reestructuración, impulsados en mayor medida por indemnizaciones, deterioro de activos no monetarios y otros elementos relacionados, como parte de la implementación de las iniciativas del banco para simplificar su estructura organizativa y administrativa. Citigroup anunció en septiembre una reestructuración alrededor de las cinco áreas principales de negocio con el objetivo de «simplificar» la toma de decisiones y anticipó recortes de plantilla. Hoy comunicó que los despidos alcanzarán a un total de 20.000 trabajadores en el medio plazo de los 200.000 empleados que tiene alrededor del mundo. «A pesar de que el cuarto trimestre fue muy decepcionante debido al impacto de factores notables, hicimos progresos sustanciales simplificando Citi y ejecutando nuestra estrategia», declaró Jane Fraser, consejera delegada de Citigroup, para quien 2024 supondrá un punto de inflexión.
Los resultados de la gran banca continuarán el martes, puesto que el lunes es festivo en Estados Unidos, con las cifras de Goldman Sachs y Morgan Stanley más dependientes del mercado de inversiones que del consumidor medio, y que probablemente reflejen la buena marcha de Wall Street el año pasado.