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Alivio ruso: Migraciones cambió una condición clave para poder residir en el país

Se ven menos rusas embarazadas por los pasillos de las clínicas privadas y los hospitales públicos de la Ciudad. Pero siguen llegando, como el resto de los que vienen desde Rusia en busca de nuestro pasaporte azul.

Tan fuerte es la presión de los rusos por la ciudadanía argentina, obtenerla les permitirá moverse más libremente por el mundo, que el Gobierno de Alberto Fernández acaba de dar marcha atrás en un cambio migratorio que desde junio complicaba las condiciones para que los extranjeros permanecieran en el país.

La nueva disposición es oficial desde noviembre: volvió a ser fácil quedarse en Argentina en calidad de «rentistas», una categoría de residencia legal que, podría decirse, casi que es exclusivamente rusa.

En este vertiginoso clima argento por la llegada de Javier Milei a la Presidencia, en los grupos de Telegram entre gestores rusos y quienes quieren venir a tramitarla, se ve con buenos ojos “la libertad del León”, como sería la traducción.

Es que pese al «alivio ruso» por la nueva resolución, hay más de mil trámites de residencia que, según pudo saber Clarín, están demorados en Migraciones.

¿Qué había cambiado y volvió a cambiar?

Lo claro es que eligen Argentina porque es un país fácil de papeles y tiene un pasaporte tentador. Por ejemplo, permite sacar la visa de turista por 10 años para Estados Unidos y moverse sin restricciones por Europa.

En líneas generales, a los dos años de iniciado el trámite, que empieza con una residencia precaria que se entrega en cuestión de días, se obtiene la ciudadanía. Ni siquiera se exige permanecer acá un tiempo mínimo.

La cuestión polémica fue un cambio particular en un tipo de trámite migratorio específico.

El 7 de junio, la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) oficializó la actualización de los montos mínimos para acreditarse como rentistas para residir legalmente. Rentistas son quienes viven en Argentina con una residencia temporaria, gracias a la introducción de sus propios fondos desde el extranjero.

Entonces, si previamente un rentista tenía que ingresar unos 20 mil dólares al país por año para todo su grupo familiar en su cuenta bancaria en Argentina, aumentaba a 24 mil dólares por cada miembro de la familia. Si una pareja tenía que declarar 20 mil dólares, pasaban a ser 48 mil, y una familia de 4, casi 100 mil dólares.

Ese dinero debía ser depositado en la cuenta bancaria antes de obtener la residencia. En la práctica, como explicaron rusos en ese momento a Clarín, eso era imposible, porque ningún banco en el país abría una cuenta a un no residente y permitía depositar en ella 100 mil dólares.

Tal fue el escándalo entre los rusos (el 12 de junio un grupo de 50 rusos protestó frente a Migraciones para denunciar la rusofobia implícita en la modificación) que eso ya no va más.

La disposición 3446, publicada el 27 de octubre y en vigor desde lo primeros días de noviembre, establece que sean 2 mil dolares al mes por grupo familiar, no por persona (equivale a 5 salarios mínimos, vital y móviles, $ 718.699, a valor del 18 de octubre). Son unos 24 mil dólares al año para toda la familia.

Esto corre para toda persona extranjera, no solo para los rusos. Pero los afecta directamente, porque la mayoría se declara en esta categoría, sin intención, por el contrario, de buscar un trabajo en Argentina y cobrar en pesos.

Los extranjeros rentistas pueden tener una propiedad en el exterior que alquilan y esos fondos, que por ejemplo reciben por Western Union, los depositan en el banco acá. O tienen bonos o acciones, un negocio propio en el exterior o un trabajo en relación de dependencia (con sus características particulares, porque eso sólo no los habilita a residir. Y no cuenta ser freelance).

Rentistas rusos en pausa

«Recién volvieron a cambiar las reglas migratorias. Es un alivio. Pero te podría decir que hay rusos, estadounidenses y demás extranjeros rentistas, toda gente que no cobra planes ni vive del Estado, al contrario, traen dólares al país, que hace un año que están en pausa, esperando la residencia. Les dan una precaria, por dos meses«, explica a Clarín el ruso Kirill Makoveev.

Es abogado, vive acá desde 2014 y fundó Ru Argentina, una de las agencias que ofrecen el «turismo parturiento», entre otros servicios a medida para sus compatriotas. Makoveev no está involucrado en la red de gestores que investiga la Justicia.

¿Qué significa estar en pausa? «Que hace un año viven acá sin tener DNI. Que les dan residencias precarias, muchísimas prórrogas (se renueva por dos meses). Eso les causa mucho sufrimiento, porque no pueden tener cuenta bancaria, ni siquiera Mercado Pago. Tienen que pagar todo en dólares en efectivo, no funcionan las tarjetas rusas en Argentina», detalla.

Irina y Denis, una pareja rusa que vino en el verano a tener a su hijo en el Hospital Fernández. Foto: Federico Imas / Archivo Irina y Denis, una pareja rusa que vino en el verano a tener a su hijo en el Hospital Fernández. Foto: Federico Imas / Archivo Esos pagos en cash verde les dificultan la compra de pasajes, por ejemplo, para volver a Rusia mientras esperan la resolución del trámite.

«Hace más de un año que estoy esperando el DNI. Cada 90 días me piden volver a mandar las copias de nuestros pasaportes rusos, los títulos de propiedad. O volver a justificar los fondos que tengo. Me dan plazo de 30 días para presentar lo que ya presenté. No sabía que era así de difícil«, dice a este diario un ruso que pide reservar su identidad.

«Antes tenían el DNI en 2 o 3 meses. Están viniendo muchísimos menos rusos. Ya no es tan fácil tener la residencia. Migraciones dice que no hay demoras… no dan explicaciones. Estamos a la espera de que con el gobierno de Milei se termine esto y haya más libertad«, cierra Makoveev.

El trámite de Dimitry comenzó oficialmente hace 6 meses.

«Estoy empleado formalmente en una empresa de acá y trabajo presencial. Migraciones vino ya tres veces a verificar que esté en el lugar de trabajo. Pero mi jornada laboral comienza a las 15, y llegan cada vez a las 9 de la mañana. Preguntan por mí, les dicen que trabajo de tarde y vuelven a venir a la mañana», señala.

Ya le renovaron tres veces la residencia precaria.

«Les pregunto cuándo me van a dar el DNI y la respuesta siempre es ‘espere’. Pensábamos que la permanencia como trabajador (a diferencia de rentista) era la manera más rápida de obtener el DNI, pero, como vemos, están demorando los plazos para todas las residencias«, cuenta.

Las rusas Tony Viento (29) y Eli (34) llegaron a Argentina, procedentes de Vladivostok, para vivir su relación en libertad. Acá pudieron casarse, pero no obtener la residencia como rentistas. “Estamos desde el 10 de febrero del año pasado en Buenos Aires, nos dieron una residencia precaria y desde mayo que estamos esperando que nos den la prórroga”, explica Tony a Clarín. La unión civil fue sencilla, falta “bastante”, dice, para que las dos sean ciudadanas argentinas.

Tony Viento y Eli, dos rusas en Argentina.Tony Viento y Eli, dos rusas en Argentina.

Más oferta para «parir en Argentina» y menos rusas embarazadas

«Siguen viniendo rusas. Muchísimas menos que las 10 mil que prometían venir desde el año pasado. Ha habido una disminución significativa y una distribución más alta de estas pacientes. Van a muchos sanatorios, dependiendo de la oferta económica», explica un obstetra porteño que fue uno de los pioneros de estos partos rusos.

Ya siente la competencia.

«Con un poco de marketing, hay muchos lugares donde se ofrece este servicio para rusas. Antes eran unos pocos colegas nada más, en algunas clínicas», marca.

Varias de sus pacientes -él atiende en una clínica de primer nivel- no vienen directo de Rusia.

Tatiana Balashova, Radoslava Zyrianova y Anastasia Glezdeneva, tres rusas que vinieron a dar a luz en la Trinidad Palermo durante el boom de principios de año. Foto: Federico Imas / Archivo  Tatiana Balashova, Radoslava Zyrianova y Anastasia Glezdeneva, tres rusas que vinieron a dar a luz en la Trinidad Palermo durante el boom de principios de año. Foto: Federico Imas / Archivo «Hace tiempo residen en otro país, muchas en Dubai. Se embarazan y vienen a parir a Argentina para tener el pasaporte, que les da otra apertura al mundo«, ya que el bebé es ciudadano al nacer acá y facilita la ciudadanía hasta a sus abuelos.

Los valores dependen del lugar y del obstetra. El turismo parturiento tiene paquetes variados. Desde la atención pública, absolutamente gratuita, a la particular. Algunas rusas también eligen adherirse a ciertos sistemas de medicina prepaga.

«Los pagos oficiales (con factura) deben ser en pesos en las clínicas. Y los extraoficiales… se negociarán entre privados. Todo en dólares, claro«, resalta el obstetra.

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